Le ciel


Abrió sus ojos el cielo azul brillaba, tomó unos pedazos de ponque y los introdujo en su boca, las preocupaciones vinieron a su mente, se sentía abrumada, sola, triste. Analizo lo que debía hacer, sus pasos a seguir tenían que ser sabios y precisos, hablo con aquella persona a la que podía expresarle lo que sucedía, esta persona le ayuda, le da un poco de fuerza, más de la que ha tenido que agarrar en su vida. Despues se encontro con ese videojuego que la hacía sentirse una agente policial criminal, alimento a su mascota virtual, siempre sonriente, con mucha energía acumulada en su cuerpo logró adquirir tres estrellas, le faltaba solo la última para pasar al siguiente nivel. 

Decidió concentrarse, dispuso un tiempo para acercarse a el ser que estaba en ese espacio de color azul que llenaba su vista y se reflejaba en su cristalino, oro a el, le entrego sus cargas. Le pidió que le diera una respuesta y como siempre la halló. Ella habia pensado que esa opción era la mejor por su paz y la de otros, lloró y se sintió totalmente libre, algo la estaba presionando y su pecho, lo sentía en ocasiones, ese dolor agudo, pero después se sintió mejor.

Le dio orden a su cuarto, organizó las carpetas de su computador, limpio una memoria que tenia y surgio una alegoria, diciendo en voz alta:

-Si tuviéramos esa capacidad de vaciar nuestra papelera mental, los recuerdos se extinguirían y no tendríamos que almacenarlos por toda nuestra existencia.

Algo vino a su mente, con un sonido similar al de un mensaje de Whatsapp "No tenemos esa posibilidad, pero si podemos llenar de perdón cada recuerdo y guardarlo en nuestro subconsciente, que es como una papelera de reciclaje de recuerdos". Lo habia decidido eso iba a hacer de ahora en adelante con esas pequeñas tormentas del pasado. 

La tarde pasa apresuradamente. Es hora de seguir.




Autora: Nanya Pulido

Protegido bajo derechos de autor




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